Expresando las emociones

Un ser humano genera todo una gama de emociones, positivas y negativas, que afectan a su vida y sus relaciones. Las emociones positivas como la alegría, el entusiasmo, la fe, la compasión, todos ellos derivados del amor incondicional, aportan a la persona grandes fortalezas, como por ejemplo una buena salud, ya que una persona con un excelente estado de ánimo es menos propensa a enfermarse, sus células trabajan de forma armónica con el cuerpo físico generando que los anticuerpos trabajen más efectivamente, ofreciendo una enorme resistencia a la infección por virus y otros agentes externos. De la misma manera tienen una personalidad que les hace llamativos y atractivos al mundo, pues no representan una amenaza en el ámbito social. La mayoría suelen tener una personalidad equilibrada con un buen humor característico, razón que los convierte en personas completamente fiables a la hora de iniciar cualquier tipo de relación. Quienes no tienen dificultades de expresar los sentimientos positivos generan grandes expectativas en su círculo social.

Ahora del lado opuesto se encuentran los sentimientos negativos, parecen ser más, pero en realidad son derivados de uno solo en particular, el miedo, pues aunque no lo crean los impulsos más agresivos vienen movidos por el miedo. Las personas que tienden a manifestar sentimientos negativos generalmente son personas que rara vez se rodean de gente, viven alejados de grupos sociales o de cualquier tipo no por elección propia, sino que su energía personal no los convierte afines a otros para socializar, por lo que muchas veces pueden ser rechazados o excluidos. Generalmente son enfermizos, aunque su cuerpo físico no sea débil, pues aunque no lidien con enfermedades graves siempre sufrirán de catarro, resfriados o alergias, además de que les cuesta mucho recuperarse de estás. Siempre se sienten inconformes, como que les falta algo, ese algo es expresar ese amor que tienen en su interior, que no demuestran por evitar mostrarse débiles o vulnerables. Suelen caer en la victimización, llegan a suponer que el mundo está en su contra, por lo que no llegan a internalizar sus propias fallas y corregirlas para poder encontrar su equilibrio personal. No es malo sentir emociones negativas, lo que puede traer consecuencias es no saber expresarlas con responsabilidad, sin tener que sacar las cosas fuera de proporción. Podemos expresar incomodidad o molestia con algo pero sin llegar a ofender o agredir, podemos sentirnos tristes, pero sin llegar a la depresión o al auto abandono, siempre valorando nuestra propia situación, salud mental, equilibrio y amor propio.

Estos perfiles no son definitivos, pero nos muestran que es mejor ser positivos ante el mundo, no para tener más amigos ni ser popular, sino que es mejor vivir en el mundo expresando amor, que encerrarnos en nosotros mismos creyendo que la gente vive solo para hacernos daño. Si somos del segundo grupo, es importante tomar la decisión de cambiar nuestra actitud, no por los demás, sino por nosotros, buscar ayuda si sentimos que la necesitamos y darnos la oportunidad de tener una vida basada en amor, equilibrio y autoestima.

Saludos con el alma.